Los implantes dentales son fijaciones que se fijan al hueso, generalmente de titanio, que sustituyen a las raíces de los dientes naturales. El procedimiento se realiza con anestesia local y mediante un procedimiento quirúrgico poco invasivo en el hueso maxilar. Tras su oseointegración (fusión con el hueso), que se producirá en algunas semanas, se llevará a cabo la conexión con una prótesis o una corona. Algunas de las razones por las que se hace necesario insertar implantes puede ser la pérdida de piezas dentales debido a enfermedades periodontales como la periodontitis. La falta de dientes puede ser parcial o total, denominado en cualquier caso edentulismo. La pérdida de uno o varios dientes, además de la afección estética, conlleva a una pérdida de función (masticación) por una disminución de volumen de la encía y del hueso que lo rodeaba. Es por esto que la colocación de implantes dentales conllevan una serie de ventajas como: evitar desgaste y movimientos de los dientes sanos, el colapso de la encía, mantener y preservar el hueso en altura y reemplazar los dientes sin lesionar los adyacentes, consiguiendo una recuperación de la masticación incluso de alimentos duros y por supuesto mejora la estética. El éxito de los implantes dentales se ha demostrado a raíz de varios estudios que supera el 95% a largo plazo. Por lo que el rechazo de los implantes dentales es mínimo, y no se produce por rechazo al material, el titanio, sino porque la unión al hueso es poco estable. En el caso de que la oseointegración falle puede colocarse al cabo de unas semanas de cicatrización, un implante idéntico o uno un tanto más grueso.
Tipos de Implantes Dentales
Existen varios tipos de prótesis dependiendo de las necesidades del paciente, por un lado están las prótesis removibles (las que se pueden retirar de sus sitio) o implantorretenidas, que se soportan además de en los implantes, en las encías edéntulas. Por otro lado, existen un tipo de prótesis denominadas fijas (que no se pueden mover) o implantosoportadas, dónde la fuerza a la hora de la masticación se lleva al hueso a través de los implantes. Además existe una variante del último tipo de prótesis, las denominadas prótesis híbridas, que gracias a una falsa encía la atrofia que pueda existir en el hueso maxilar queda compensada. Como desventaja, la utilización de un anclaje poco natural que expuesto a la vista quedaría antiestético. La elección de uno u otra clase de implante depende de múltiples factores, analizados a priori en cada caso: hueso y otros tejidos remanentes, factores estéticos, tipo de oclusión, presupuesto, etc. Por lo que la opción elegida al inicio puede variar debido a alguno de estos factores. Lo mejor es acudir a un especialista en implantología que pueda asesorarle de la mejor manera, explicandole cuales son las opciones que tiene y cuales se adaptarían mejor a sus necesidades y características personales.